Título original: Martian ChildPaís: Usa
Estreno en España: 22/02/2008
Productora: New Line Cinema
Director: Menno Meyjes
Guión: Seth Bass, David Gerrold
Reparto: John Cusack, Amanda Peet, Bobby Coleman, Sophie Okonedo, Joan Cusack, Oliver Platt, Bobby Coleman
David Gordon (John Cusack) es un famoso escritor de novelas de ciencia ficción que decide adoptar un niño tras la muerte de su esposa. Dennis (Bobby Coleman) es un niño que asegura ser de Marte y que se encuentra en la tierra para cumplir una misión. David, con la ayuda de su hermana (Joan Cusack) y una vieja amiga (Amanda Peet), aprenderá a ser padre.
"Un niño de Marte" no nos cuenta una historia nueva, sino algo que ya hemos visto infinidad de veces en las películas de Hollywood: un niño llega a la vida de un adulto que lo está pasando mal y cambia su vida por completo y quizá sea este su gran punto débil. Una debilidad a la que no prestamos mucha atención cuando empezamos a conocer a esos dos personajes que están pasando un mal momento (los dos han sido abandonados, están solos) y que intentan buscar soluciones a esa soledad: el adulto decide adoptar un niño y el niño no quiere aferrarse a nada para no poder volver a ser abandonado y se engaña a sí mismo haciéndose pasar por un marciano. El encuentro de estos dos personajes resulta tan tierno, entrañable y divertido (a veces), dentro de esa búsqueda triste de ambos por pertenecer a alguien y por necesitar y ser necesitado por alguién que hacen que la película difiera de todas las demás comedias dramáticas a las que estábamos acostumbrados. Pero estos personajes no resultarían tan conmovedores sin el trabajo de sus actores: John Cusack, tierno, encantador y melancólico y Bobby Coleman, que realmente parece de otro planeta.
"Un niño de Marte" no nos cuenta una historia nueva, sino algo que ya hemos visto infinidad de veces en las películas de Hollywood: un niño llega a la vida de un adulto que lo está pasando mal y cambia su vida por completo y quizá sea este su gran punto débil. Una debilidad a la que no prestamos mucha atención cuando empezamos a conocer a esos dos personajes que están pasando un mal momento (los dos han sido abandonados, están solos) y que intentan buscar soluciones a esa soledad: el adulto decide adoptar un niño y el niño no quiere aferrarse a nada para no poder volver a ser abandonado y se engaña a sí mismo haciéndose pasar por un marciano. El encuentro de estos dos personajes resulta tan tierno, entrañable y divertido (a veces), dentro de esa búsqueda triste de ambos por pertenecer a alguien y por necesitar y ser necesitado por alguién que hacen que la película difiera de todas las demás comedias dramáticas a las que estábamos acostumbrados. Pero estos personajes no resultarían tan conmovedores sin el trabajo de sus actores: John Cusack, tierno, encantador y melancólico y Bobby Coleman, que realmente parece de otro planeta.
En definitiva es una película agradable y conmovedora que apuesta por la diferencia y por la necesidad de ser uno mismo.
(Lucía Ros Serra)
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