Lorna, una joven albanesa que vive en Bélgica, se convierte en cómplice de un plan diabólico diseñado por un gangster llamado Fabio. Fabio ha organizado un matrimonio de conveniencia entre Lorna y Claudy, lo que le permite a ella tener la nacionalidad belga para, posteriormente, casarse con un mafioso ruso dispuesto a pagar mucho dinero para conseguir la nacionalidad. Sin embargo, para que este segundo matrimonio sea posible, hay que matar a Claudy primero. ¿Podrá Lorna guardar el secreto?
Los directores Jean-Pierre y Luc Dardenne, que ya arrasaron en el festival con Rosetta (1999) ganando la Palma de oro, la mención especial del jurado y el premio a la mejor actriz, y con ‘El niño’, Palma de oro en el año 2005; vuelven al festival con esta película sobre una mujer atrapada en una historia de amor muy sórdida, en la que el peso del silencio tiene un papel clave y se convierte en algo imposible de soportar.
Los directores eligieron a la actriz protagonista, desconocida fuera de Albania, su país de origen, porque es, según ellos, increíblemente guapa y natural y, además, tenía una química muy buena con el resto de los actores.
TWO LOVERS de James Gray (Estados Unidos)
Esta película a concurso es la tercera película de su director, que ya participó en Cannes con ‘La otra cara del crimen’ (The yards, 2000) y ‘La noche es nuestra’ (2007) y está protagonizada por Gwyneth Paltrow, Joaquin Phoenix e Isabella Rossellini.
Cuenta la historia de Leonard Kraditor (Joaquin Phoenix) un joven deprimido tras una ruptura sentimental que ve cómo cambia su vida cuando decide volver a casa de sus padres y conoce a dos mujeres: Michelle (Gwyneth Paltrow) su guapísima vecina atrapada en un affair y Sandra (Vinessa Shaw) la encantadora hija de un amigo cercano a la familia.
La película supone un nuevo aire en la filmografía del director ya que sus películas anteriores eran thrillers. James Gray asegura que la película está inspirada en la novela de Dostoevsky ‘Noches blancas’, sobre un hombre que se enamora platónicamente y se obsesiona por una mujer que conoce sólo de verla en la calle. Y asegura que su intención era hacer una película sobre el amor tratado de forma seria y no como una comedia romántica, ya que el amor no sólo es cómico, sino que tiene un gran componente de fantasía y obsesión.
Esta película a concurso es la tercera película de su director, que ya participó en Cannes con ‘La otra cara del crimen’ (The yards, 2000) y ‘La noche es nuestra’ (2007) y está protagonizada por Gwyneth Paltrow, Joaquin Phoenix e Isabella Rossellini.
Cuenta la historia de Leonard Kraditor (Joaquin Phoenix) un joven deprimido tras una ruptura sentimental que ve cómo cambia su vida cuando decide volver a casa de sus padres y conoce a dos mujeres: Michelle (Gwyneth Paltrow) su guapísima vecina atrapada en un affair y Sandra (Vinessa Shaw) la encantadora hija de un amigo cercano a la familia.
La película supone un nuevo aire en la filmografía del director ya que sus películas anteriores eran thrillers. James Gray asegura que la película está inspirada en la novela de Dostoevsky ‘Noches blancas’, sobre un hombre que se enamora platónicamente y se obsesiona por una mujer que conoce sólo de verla en la calle. Y asegura que su intención era hacer una película sobre el amor tratado de forma seria y no como una comedia romántica, ya que el amor no sólo es cómico, sino que tiene un gran componente de fantasía y obsesión.
VERSAILLES de Pierre Schoeller (Francia)
Paris en la actualidad. Nina está en paro y se ve obligada a vivir con su hijo en la calle. Su viaje a la deriva les lleva hasta Versalles. En los jardines cercanos al palacio encuentran a Damien, un hombre que vive en una choza alejada de la civilización, y con el que Nina pasa la noche. A la mañana siguiente Nina abandona al niño y desaparece. Cuando Damien despierta ve a Enzo sólo. Con el paso de los días y las estaciones, Damien y Enzo se conocen y se cogen cariño. Sin embargo, antes o después, tendrán que dejar la choza e ir en busca de Nina.
Las proyecciones de ‘Una cierta mirada’ han comenzado hoy con esta película, la primera en Cannes de su director, que trata el tema de los sin techo en la sociedad actual. El director no quería ofrecer una imagen veraz de la pobreza y los sin techo, sino contar una historia sobre los lazos que se establecen entre un hombre y un niño, una historia tierna y cercana, como en los cuentos de hadas.
La película, estilísticamente hablando, es una propuesta interesante y diferente, sin apenas diálogos ni música porque, según Pierre Schoeller, su intención era moverse entre la sensibilidad y la emoción, conseguir que las imágenes hablaran por si mismas.
DE OFRIVILLIGA (INVOLUNTARY) de Ruben Östlund (Suecia)
Es casi verano en Suecia y las indiscreciones y la mala conducta están por todos lados. A Leffe le gusta lucirse y realizar travesuras con sus amigos, especialmente cuando bebe. Mientras tanto, una honrada profesora de primaria asegura que la educación de sus alumnos necesita más instrucción. También hay dos jóvenes adolescentes a las que les gusta hacerse fotos sexys y salir de fiesta, pero una noche en un parque, encuentran a una de ellas totalmente borracha y en compañía de un desconocido. La película es, en definitiva, una mirada humorística de las lecciones que se deben aprender y las líneas que no se deben cruzar.
Presentada en ‘Una cierta mirada’, esta película del director sueco Ruben Östlund, es un cuento de verano sobre las muchas posibilidades que esta estación ofrece para la mala conducta de los jóvenes. Con las hormonas flotando en el aire, las travesuras sexuales se hacen inevitables, más aún bajo los efectos del alcohol, hasta hacer perder la conciencia sobre lo que es o no razonable.
En su primer largometraje ‘The guitar mongoloid’, se centraba en personas que buscaban un hueco en la sociedad, sin importarles lo que los demás pensaran sobre ellos. Aquí ocurre todo lo contrario, ‘Involuntary’ trata sobre todos aquellos que dan demasiada importancia a las opiniones de los demás y tienen miedo de perder su propia identidad.
SANGUE PAZZO de Marco Tullio Giordana (Italia)
Fuera de concurso y dentro de las proyecciones especiales, se ha estrenado esta película italiana que protagoniza Monica Bellucci y cuyo director es un habitual del festival, ganando el premio François Chalais por ‘Cuando naces ya no puedes esconderte’ (2005) y el premio ‘Una cierta mirada’ por ‘La mejor juventud’ (2003).
La película comienza al amanecer del 30 de abril de 1945, cinco días después de la Liberación, cuando se encuentran los cadáveres ensangrentados de Osvaldo Valenti y Luisa Ferida a las afueras de Milán, que han sido ejecutados por partidarios del régimen. Osvaldo y Luisa eran una pareja de estrellas de cine durante el fascismo, drogadictos y con tendencia a la promiscuidad, cuyas vidas privadas eran tan salvajes como la de los papeles que representaban.
Esta película ronda en la cabeza del director desde hace más de treinta años, cuando dirigió su primer largometraje. Pero por aquel entonces la historia de esos dos actores ejecutados le parecía irrelevante y carente de sentido, algo que, indudablemente, ha cambiado con los años.
Fuera de concurso y dentro de las proyecciones especiales, se ha estrenado esta película italiana que protagoniza Monica Bellucci y cuyo director es un habitual del festival, ganando el premio François Chalais por ‘Cuando naces ya no puedes esconderte’ (2005) y el premio ‘Una cierta mirada’ por ‘La mejor juventud’ (2003).
La película comienza al amanecer del 30 de abril de 1945, cinco días después de la Liberación, cuando se encuentran los cadáveres ensangrentados de Osvaldo Valenti y Luisa Ferida a las afueras de Milán, que han sido ejecutados por partidarios del régimen. Osvaldo y Luisa eran una pareja de estrellas de cine durante el fascismo, drogadictos y con tendencia a la promiscuidad, cuyas vidas privadas eran tan salvajes como la de los papeles que representaban.
Esta película ronda en la cabeza del director desde hace más de treinta años, cuando dirigió su primer largometraje. Pero por aquel entonces la historia de esos dos actores ejecutados le parecía irrelevante y carente de sentido, algo que, indudablemente, ha cambiado con los años.
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