YO SERVÍ AL REY DE INGLATERRA

Dirección: Jiří Menzel.

País: República Checa/Eslovaquia.

Año: 2006.

Duración: 120 min.

Género: Comedia dramática.

Interpretación: Ivan Barnev (Jan Dítě, joven), Oldřich Kaiser (Jan Dítě, viejo), Julia Jentsch (Líza), Martin Huba (Skřivánek).

Guión: Jiří Menzel, basado en la novela de Bohumil Hrabal.

Fotografía: Jaromír Šofr.

Sinopsis: 'Jan Dite es bajito, pero muy ambicioso. Hablando en plata, el joven camarero provinciano quiere convertirse en millonario. Y sabe exactamente cómo conseguirlo: escuchándolo todo, observándolo todo, y utilizando todo lo que ha escuchado y observado. Con esa convicción y un deseo irrefrenable de complacer a todo el mundo, pronto abandona su primer empleo, en un pub, por un burdel de lujo y, finalmente, por un elegante restaurante Art Nouveau de Praga. Pero ahora ha llegado el final de la década de 1930, y las cosas están cambiando: Hitler ha ocupado Sudetenland y está dividiendo Checoslovaquia. Jan se enamora de Lisa, una alemana de los Sudetes orgullosa de su sangre aria. Se casan y, cuando Lisa regresa del frente, lo hace con una fortuna en sellos singulares que los judíos "dejaron atrás"... Tras su muerte, nada heroica, Jan vende los sellos y se convierte... en millonario. Sin embargo, sólo puede disfrutar de su fortuna durante tres años: el nuevo régimen comunista lo encarcela durante 15 años, uno por cada uno de sus millones... A su salida de la cárcel, Jan es enviado a vivir a una decrépita ciudad fronteriza que fue abandonada por los alemanes. Allí dispone finalmente de tiempo para pensar sobre los acontecimientos que conformaron su vida – y para reflexionar sobre lo que podría haber pasado si él hubiera desempeñado un papel distinto en dichos acontecimientos...'

Han sido muchas las películas en donde la mezcla de una historia personal y la Historia de un país se entrelazan de forma magistral ('Persépolis' de Marjane Satrapi 2007, por ejemplo) pero tal vez nunca se había realizado con tanto humor como en 'Yo serví al rey de Inglaterra'.

La película narra la historia de Jan Dite, un hombre muy pequeño de grandes expectativas que mantiene todo el peso de la cinta y es el encargado de propiciar los momentos cómicos más desternillantes. Es de agradecer la total entrega de un Ivan Barnev que consigue llegar al espectador para que se involucre en la historia y se encariñe con ese personaje que, aunque madura a lo alrgo de la película, no deja de ser un niño.

Por otro lado tenemos la Historia de la República Checa que aporta grandes momentos de diversión pero que, hacia el final de la película, se convierte en un drama con la llegada del nazismo. Siempre es interesante adentrarse un poco más en la Historia y se agradece que dicho aprendizaje sea a través del humor que salpica a personajes que por sus ideas políticas podían ser tan odiosos como el de Líza (una magnífica Julia Jentsch) pero que, sin embargo, encariñan al espectador.

Es especialmente interesante, también, el juego que se establece entre pasado y presente en la vida de Jan y como la esplendida fotografía diferencia cada una de las partes con un precioso colorido para el pasado y un aspecto grisaceo y frío para el presente.

La película atrapa de principio a fin y utiliza para ello las más variopintas técnicas, como ejemplo diremos que el comienzo es propio de una película de cine mudo (con letreros incluidos), pero no rechaza las nuevas técnicas digitales para conseguir efectos que de otro modo serían imposibles.

Jiri Menzel consigue que el espectador se involucre en la película y le regala maravillosos momentos de buen cine que se mantienen en sus retinas después de terminar la película. El director, además, llena la película de un fino erotismo con escenas de cama de lo más variopintas y abundantes desnudos absolutamente justificados regalando al público masculino la visión de todo un repertorio de bellísimos cuerpos femeninos.

Lo único negativo del film es, tal vez, su excesivo metraje que hace que el final se alargue demasiado para algunos espectadores en parte debido a su estructura regular y repetitiva (Jan entra a trabajar en un sitio, conoce a una mujer, tiene un golpe de suerte que cambia su vida y se va del trabajo).

No obstante la película se ve con una sonrisa constante en la cara que se hiela en algunos momentos dramáticos necesarios.

Para concluir diremos que 'Yo serví al rey de Inglaterra' rebosa vitalidad, humor y erotismo. Un film más que recomendable y de calidad para todos aquellos que deseen alejarse del cine comercial y disfrutar de una buena comedia europea.

(Federico Calabuig Ramírez)