DIRECTOR: Sven Taddicken
GUIÓN: Claudia Schreiber, Ruth Thoma
FOTOGRAFÍA: Daniela Knapp
MONTAJE: Andreas Wodraschke
INTÉRPRETES: Jördis Triebel, Jürgen Vogel, Hinnerk Schönemann, Nina Petri, Martin Feifel
PAIS: Alemania
Basada en la novela de Claudia Schriber y con guión de la misma, la película cuenta la historia de Max, un mediocre empleado de un concesionario de coches, recibe de pronto la noticia de que padece cáncer terminal de páncreas. Le roba el dinero a su jefe y se propone pasar los últimos días de vida en algún paraíso mexicano, pero el azar de un accidente de tráfico le conduce a una granja de cerdos regentada por Emma, una muchacha arisca, solitaria y agobiada por las deudas. Emma mata a los cerdos a su manera, abrazándolos con ternura hasta que se desangran después de degollarlos. Para Emma, la llegada de Max es una suerte: es el tipo de hombre con el que siempre ha soñado y encima trae dinero. Max acaba seducido por la forma de ser de Emma y hasta se olvida de su enfermedad, pero ésta avanza inexorablemente.
Tuvimos la suerte de verla en la 54ª edión del Festival de San Sebastián y fue sin duda una de las que más nos marcó. Es de esas películas sencillas y encantadoras y yo, que soy más dura que una piedra a la hora de llorar en el cine, esta película consiguió que, una vez empezados los créditos finales media sala (o toda ella) empezará a llorar como una idiota, por todo: por la historia, por el descubrimiento de dos grandísimos acotres (Jördis Triebel y Jürgen Vogel). Es una lástima que películas como esta, que son maravillosas y que todo el mundo quedó encantado con ella, no tengan una buena distribución y no se estrenen en nuestro país, porque seguro que más de uno quedaría prendado.
(Lucía Ros Serra)
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